Podemos dedicar nuestro esfuerzo al ajetreo diario, y nuestra mente irá y vendrá saltando de un objeto a otro. Es lo que normalmente hacemos, nos justificamos con multitud de excusas.
Sin embargo, para alcanzar una mente feliz hemos de acostumbrarla, cada vez más y más a enfocarse y centrarse con el objeto de conocerse a uno mismo.
Conocerte a ti mismo es la causa inagotable de un triunfo permanente. ¡Puedes conseguirlo!